Gabriel Boric gana las elecciones presidenciales en Chile con más del 55% de los votos
Gabriel Boric ganó las elecciones presidenciales de Chile, el domingo, con lo que se convertirá en el jefe de Estado más joven del país cuando asuma el poder el próximo 11 de marzo, día en el que tendrá 36 años.
El futuro presidente de Chile, un exlíder estudiantil de 35 años, ganó la elección luego de que su rival en la segunda vuelta, José Antonio Kast, admitiera la derrota.
Boric obtiene el 55,8% de los votos mientras que Kast suma el 44,1% con el 99,9% de las mesas escrutadas.
«Voy a ser el presidente de todos los chilenos», aseguró Boric en una breve videoconferencia televisada junto al presidente saliente, Sebastián Piñera. «No gobernaré solo dentro de cuatro paredes».
Piñera a su turno le “deseo el mayor éxito al gobierno de Boric”. “Los chilenos han dado un ejemplo de democracia”, resaltó luego de destacar que más de 8 millones de personas votaron el domingo en lo que fue “una de las mayores participaciones ciudadanas en mucho tiempo”.
Kast, que terminó en cabeza en la primera vuelta de las elecciones que se cumplieron el pasado 21 de noviembre, reconoció la victoria del exlíder estudiantil.
“He hablado con Gabriel Boric y lo felicito por su gran triunfo. A día de hoy, es el presidente de Chile y merece todo nuestro respeto y colaboración constructiva. Chile siempre es lo primero”, escribió Kast en su cuenta de Twitter.
Boric, un legislador progresista, jugó un papel importante en las protestas estudiantiles de 2011 contra la desigualdad en Chile.
Prometió abordar la desigualdad del país reformando los sistemas de pensiones y salud de Chile y reduciendo la semana laboral de 45 a 40 horas.
El miembro de la coalición de izquierda “Apruebo la dignidad” terminó segundo en la primera vuelta de las elecciones presidenciales con el 26% de los votos.
Mientras Boric competía por un Chile donde los derechos y libertades sociales están protegidos, Kast prometió «orden y progreso» al pueblo chileno.
Kast, abogado y exdiputado de 55 años, mostró su simpatía por la dictadura de Augusto Pinochet. Se le comparó durante la campaña con el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, y al jefe de estado brasileño, Jair Bolsonaro, en su postura antiinmigración y retórica antiaborto.
Desde las elecciones de noviembre, ambos candidatos habían moderado sus discursos en un esfuerzo por ganar los votos de un electorado más amplio.