Categoría 5, muertes confirmadas y evacuaciones masivas mientras el Caribe se prepara para un impacto catastrófico.

El huracán Melissa, clasificado como categoría 5 —la más alta en la escala de intensidad de tormentas— ha alcanzado vientos extremos, aproximándose a los 300 km/h, y ya ha dejado al menos cuatro personas fallecidas en Cuba y República Dominicana.

Los evacuaciones han comenzado en zonas costeras vulnerables. En Santiago de Cuba, por ejemplo, residentes fueron acompañados por personal de emergencia hacia refugios ante la cercanía del huracán.

El Centro Nacional de Huracanes (EE.UU.) (NHC) advirtió que Jamaica podría ser escenario de “inundaciones históricas” y daños materiales severos, y estimó que hasta 1,5 millones de personas podrían verse afectadas en la isla.

De acuerdo con imágenes satelitales y testimonios en terreno, la magnitud de la tormenta supera incluso algunos de los huracanes más devastadores registrados hasta ahora. La combinación de vientos huracanados, lluvias torrenciales y marejadas elevadas aumenta considerablemente el riesgo para las comunidades costeras.

Acciones y recomendaciones

• Las autoridades de las islas afectadas hacen un llamado urgente a la población: evacuar las zonas de riesgo, buscar refugio seguro y no subestimar la intensidad de este fenómeno.
• Se recomienda asegurar viviendas, revisar suministros de emergencia (agua, alimentos no perecederos, linternas, baterías), y mantenerse informados a través de los canales oficiales.
• Ante posibles cortes de electricidad o comunicaciones, se debe prever una estrategia alternativa de supervivencia básica.
• Comunidades caribeñas, agencias de protección civil y organismos internacionales se preparan para mayor asistencia humanitaria, tanto durante como después del paso del huracán.

Impacto previsto

El huracán Melissa ya ha pasado por Cuba y República Dominicana, donde se registraron fallecimientos y evacuaciones. Ahora se dirige hacia Jamaica, con la potencial de convertirse en uno de los huracanes más devastadores del Atlántico si mantiene su intensidad.