Capiatá (Paraguay), 26 de julio de 2025 – La ciudad de Capiatá, en el área metropolitana de Asunción, se encuentra conmocionada tras confirmarse un brutal triple feminicidio ocurrido entre la noche del domingo 13 y la madrugada del lunes 14 de julio en una vivienda del barrio 12 de Junio.

La víctima principal fue identificada como Ana Liz Rocío Villalba, de 35 años (informes inicialmente mencionaron 36), quien mantenía una relación sentimental con Blas Ramón Serafini Báez, de 23 años y exconvicto, quien había salido de prisión en mayo de 2024 y se trasladó a vivir con ella y su familia.

Junto a Ana Liz, fueron asesinadas su hija de 12 años, Yulice (o July) —reportada como persona con discapacidad—, y su madre, Magdalena Villalba Acosta, de 80 años. Todas presentaban traumatismos craneoencefálicos; en el caso de Ana Liz y Yulice hubo pérdida de masa encefálica, mientras que la abuela sufrió fracturas en el tórax y traumatismo cerrado.

El médico forense Pablo Lemir informó que las muertes fueron causadas por múltiples golpes, posiblemente infligidos con un objeto contundente como un martillo, y que las lesiones también tenían carácter contuso‑cortante. Además, existen indicios inespecíficos de abuso sexual en el caso de la niña, por lo que se abrió investigación al respecto.

El autor confeso, Blas Ramón Serafini Báez, fue detenido en el lugar poco después de los hechos, reducido por vecinos que alertaron a la Policía. Al prestar declaración ante la Fiscalía, indicó estar bajo los efectos del alcohol y las drogas y expuso que actuó tras una discusión motivada por celos, en especial una intervención de una exnovia vía redes sociales. Sobre el crimen manifestó arrepentimiento y pidió disculpas públicas: “Que me disculpen, si no me quieren disculpar que me odien”.

La Fiscalía, a cargo de Alicia Fernández, imputó a Serafini por triple feminicidio y abuso sexual infantil, sustentándose en evidencias físicas y forenses. Solicitó su prisión preventiva por considerar riesgo de fuga, obstrucción a la investigación, ausencia de arraigo y la gravedad del caso Fue finalmente trasladado al penal Tacumbú, bajo custodia judicial.

Los cuerpos fueron despedidos el 16 de julio en escenas de profundo dolor: familiares y allegados asistieron al velatorio realizado en J. Augusto Saldívar, donde los restos de Ana Liz, Yulice y Magdalena recibieron sepultura.

Contexto y repercusiones

• La violencia extrema del crimen, la relación íntima entre víctima y victimario, y la eliminación completa de tres generaciones familiares generaron una fuerte conmoción social en Paraguay.
• El caso ha vuelto a poner de manifiesto la necesidad urgente de abordar estructuralmente los feminicidios y la violencia de género, especialmente ante situaciones donde el agresor tiene un vínculo sentimental con la víctima.
• También se discute la atención a víctimas vulnerables: la niña, con discapacidad, y una anciana de 80 años, reflejan grupos de alto riesgo ante escenarios de violencia familiar.

Línea de tiempo clave

Declaraciones relevantes

• Blas Serafini: “Estaba bajo los efectos de las drogas… no calculé y no medí nada. Espero que descanse en paz. Te amo mucho, Ana Liz”.
• Fiscal Alicia Fernández: aseguró que la investigación abarcará toda evidencia de violencia previa y que se actuará con todo el rigor legal por feminicidio y posible abuso infantil.

Este crimen ha revivido el debate público sobre la violencia de género en Paraguay, la seguridad de las mujeres y niñas, y la necesidad de políticas preventivas y de acompañamiento a víctimas.