Unas 2,000 personas se reunieron en Nueva York para expresar su rechazo a las políticas del primer ministro israelí Benjamín Netanyahu y a la escalada de violencia en Gaza. La manifestación tuvo lugar en un momento de alta tensión en la región, marcada por enfrentamientos militares que han causado numerosas víctimas civiles y una crisis humanitaria grave. Los participantes llevaron pancartas con mensajes de paz y justicia, denunciando lo que consideran una agresión y exigiendo el fin inmediato de las hostilidades. Entre los manifestantes había grupos de distintas comunidades étnicas y religiosas, así como activistas de derechos humanos y ciudadanos preocupados por la situación en Medio Oriente.

La marcha en Nueva York forma parte de un movimiento global que busca llamar la atención sobre el impacto humanitario de la guerra y la necesidad de una solución pacífica al conflicto israelí-palestino. Organizaciones internacionales y líderes comunitarios participaron en el evento, destacando la importancia de la diplomacia y el diálogo para evitar una mayor escalada bélica. Además, se hicieron llamados a los gobiernos y organismos internacionales para que intervengan y protejan a la población civil, especialmente a los niños y familias afectados por los bombardeos y bloqueos en Gaza. Esta protesta es un reflejo del creciente malestar mundial ante la prolongada crisis en la región y la urgencia de buscar caminos hacia la paz.